Las plantas acuáticas (también llamadas
plantas hidrofíticas o hidrofitas o plantas hidrofilaceas o higrofitas)
son plantas adaptadas a los medios muy húmedos o acuáticos.
Los medios que acogen este tipo de plantas son múltiples: agua dulce, agua salada o salobre, aguas más o menos estancadas, temperaturas más o menos elevadas…Pueden ser lagos, estanques, charcos, pantanos, orillas de los ríos, deltas, estuarios o lagunas marinas.
Los medios que acogen este tipo de plantas son múltiples: agua dulce, agua salada o salobre, aguas más o menos estancadas, temperaturas más o menos elevadas…Pueden ser lagos, estanques, charcos, pantanos, orillas de los ríos, deltas, estuarios o lagunas marinas.
Su adaptación a estos medios acuáticos es variable. Puedemos encontrar
diferentes grupos de plantas: unas totalmente sumergidas, otras, las más
numerosas, parcialmente sumergidas o con hojas flotantes.
Esto nos lleva a una clasificiación de ellas. Generalmente, se encuentran cuatro grupos principales; pero algunos especialistas reconocen un quinto grupo de plantas acuáticas que son aquellas que se ubican próximas a un estanque.
Esto nos lleva a una clasificiación de ellas. Generalmente, se encuentran cuatro grupos principales; pero algunos especialistas reconocen un quinto grupo de plantas acuáticas que son aquellas que se ubican próximas a un estanque.
Teniendo en cuenta lo anterior, la casificación es la siguiente:
- De aguas profundas
- Flotantes
- Oxigenadoras
- De ribera o palustres
- Cercanas al estanque
Las plantas de aguas profundas: ejemplo representativos y conocidos de estas plantas son Nenúfares y la Flor de Loto. Éstas se sitúan en la zona más profunda de un estanque, desde 40 hasta 90 cm. Sus hojas dan sombra e impiden el desarrollo de algas que precisan el sol para proliferar, ayudando así a mantener el agua clara.
Las plantas flotantes:
son aquellas que flotan en la superficie y sus raíces están sueltas
dentro del agua en lugar de arraigadas en macetas o en el fondo. Ejemplo
de ellas son la Eichhornia crassipes ( Jacinto de agua), la Stratiotes
aloides (Pita de agua) y la Lemna minor (lenteja de agua).
Las plantas oxigenadoras:
estas plantas no tienen una función decorativa en los estanques, pero
sí en los acuarios. Sirven principalmente para mantener el agua clara.
Sus hojas absorben los minerales y el dióxido de carbono y esto
dificulta el desarrollo de las algas. Permanecen completamente
sumergidas excepto las flores, que pueden salir a la superficie. Ejemplo
de ellas son la Callitriche (Bricio), la Ranunculus aquatilis
(Ranúnculo acuático) y la Elodea canadensis.
Las plantas de ribera o palustres:
son aquellas que se sitúan en las “repisas” del estanque o terrazas del
borde, quedando de 5 a 10 cm. de agua sobre el nivel del cuello. Las
raíces, por tanto, están dentro del agua. La mayoría de estas especies
pueden vivir sin agua permanente en sus raíces, pero necesitan bastante
riego. Ejemplo de ellas son la Acorus calamus ‘Variegata’ (Acoro, Cálamo
acuático), la Iris sibirica (Lirio) y la Lysichiton americanus (Aro de
agua).
Las plantas para ubicar cerca de los estanques:
son especies usadas en jardinería que gustan de suelos húmedos, por lo
que vivirán estupendamente en las zonas más cercanas a los estanques que
habitualmente estan más humedecidas que la tierra normal del jardín.
Otras plantas sensibles al exceso de agua en la tierra se pudrirían en
suelo húmedo, pero estas, no. Ejemplo de ellas son la Astilbe arendsii,
los Bambúes, los Helechos y el Lythrum salicaria.
Tener en casa un jardín acuático no es dificil, y es una idea muy
original. Hasta desde el punto de vista decorativo. Además, tampoco
requiere de tener un gran espacio libre para ello. Lo complicado sólo
está en conseguir las plantas. Más adelante veremos como armar uno de
ellos en casa.
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